Condiciones para tener un caballo

      



INVERSIÓN ECONÓMICA

Mantener un caballo en condiciones óptimas y saludables requiere un gasto económico importante. Tendremos que hacernos cargo de su alimentación, manutención en un centro hípico, sus cuidados veterinarios, visitas del podólogo o herrador (depende si vuestro caballo está descalzo o herrado), seguros (es bastante importante por lo menos tener el de responsabilidad civil), materiales para su cuidado e higiene diario y todo lo que pudiera necesitar para asegurar su salud. También es recomendable invertir en un equipo de calidad, que se adapte a la fisionomía del caballo para evitar provocarle lesiones. Y por último, si se nos pone enfermo, que puede ser un gasto veterinario considerable dependiendo de la dolencia y tratamiento. Aunque le brindemos el máximo cuidado, tenga una dieta óptima con base de heno de calidad y se mueva diariamente, puede enfermar de todas formas. Obviamente, cuanto más pulcro y dedicado sea nuestro cuidado y manejo mejor, ya que nos podemos ahorrar muchísimos problemas.

 



TIEMPO Y DEDICACIÓN

Tener un caballo no es solo pagar sus gastos e ir a montarlo y ya está, necesita inversión de tu tiempo y dedicación, para así poder ir a verlo, disfrutar de su compañía y pasar tiempo con él. Debemos dedicar tiempo diariamente para sus cuidados y revisarlo para que todo esté en orden y el caballo se encuentre bien. A parte de invertir en su salud también es bueno pasar tiempo con él para conoceros y mejorar vuestro vínculo.

No debemos dedicar tiempo solo a montar, es importante dedicar tiempo para hacer actividades en las que disfrutéis ambos y el caballo tenga sus momentos de recreación. Si te gusta montar y disfrutas con ello está bien (siempre que seamos respetuosos con el caballo y prescindir de cosas que le puedan causar daño físico o psicológico) pero el caballo también disfruta de salir a pastar, pegar cuatro brincos, revolcarse en la arena, jugar en la pista o con sus amigos, etc. También hay otras actividades sin montar que son enriquecedoras para ambos como hacer ejercicios pie a tierra, enseñarle cosas nuevas o trucos con refuerzo positivo, horse agility, pasear del ramal, una buena sesión de cepillado y caricias, etc.

Es muy importante que dediquemos tiempo para conocerlo, para saber si está feliz, que le gusta y que no, si tiene alguna actitud fuera de lo normal, saber que le pasa y saber si se encuentra bien o le duele algo. Conocer a tu caballo solo se hace con el tiempo, paciencia y dedicación. Si no puedes permitirte dedicarle tiempo replantéate el tener un caballo propio.





LONGEVIDAD

Por experiencia creo que es uno de los puntos más delicados y que muchos no comprenderéis bien pero el tema de la longevidad del caballo es algo muy importante que tenemos que tener en cuenta.

Un caballo bien cuidado puede vivir una media de 30-35 años o incluso si tienes suerte ¡40! Depende de su cuidado, manejo, alimentación, como viva, si está en box o paddock, etc. Esta cifra se puede acortar o alargar, pero más o menos podemos contar con esa media aproximada.

Podríamos desglosar esa longevidad en dos partes. La primera es la vida “deportiva” o de “trabajo” de un caballo, por decirlo de alguna forma seria la vida donde el caballo goza de mejor salud músculo-esquelética pudiendo así hacer ejercicio y ser montado sin problemas. Conforme van pasando los años el caballo se va haciendo mayor y como todo con el paso del tiempo se deteriora y la salud, músculos y huesos ya no serán la que solían ser. Entonces aquí entramos en la segunda parte de su vida, la jubilación. Como es obvio suponer, llegará una edad donde tendremos que jubilar al caballo de ciertas actividades y adaptarlas a su estado o si fuera el caso por lesión o por su bienestar cesar cualquier actividad que repercuta en realizar ejercicio físico con o sin peso del jinete.


ESPACIO

Cuando pensamos en la figura del caballo tal cual nos suele venir a la cabeza una bonita imagen de un caballo libre y majestuoso, galopando orgulloso y feliz por grandes extensiones de terreno. Es una imagen que tenemos normalmente del caballo, pero la verdad no es nada realista por lo que nos encontramos en el mundo del caballo normalmente, ya que es de lo más habitual tener a los caballos en boxes encerrados.

Los caballos son animales claustrofóbicos, no se sienten a gusto en espacios cerrados y pequeños, ya que si pasa algo se le priva de su instinto básico de defensa que es la huida. El tenerlos en un box no es natural para ellos y les causa estrésansiedadestereotipiasexceso de energía, acelera las enfermedades locomotoras por falta de movimiento y en general conductas prejudiciales para su salud y manejo.


ALIMENTACIÓN

El caballo es un herbívoro estepario con un metabolismo desarrollado para comer pequeñas cantidades de comida durante muchas horas al día. Prácticamente pueden invertir el 70% de su tiempo en comer y el otro 30% en moverse, jugar, descansar, buscar agua, etc. Su estómago es bastante pequeño en comparación a su tamaño. Tienen una capacidad de entre 8 y 18 litros (dependiendo del tamaño del caballo claramente, no es lo mismo un Shetland que un Hannoveriano) lo que ocuparía un 10% de la capacidad del tracto digestivo. Por ello hay que procurar darle de comer varias veces al día repartiendo su ración en pequeñas dosis, o bien poner una red de forraje conocida como slow feeder para que vayan sacando poco a poco el forraje y así pasen todo el día comiendo.







 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Vídeos

Venta de Yegua PRE funcional y noble